Hay diferentes tipos de ramo según su forma e infinidad de flores para realizar su composición.
Entonces, ¿por dónde empezar para elegir el perfecto?
Lo primero que tienes que tener en cuenta es el estilo de tu vestido: si es de líneas sencillas o por el contrario es más recargado. Si el vestido es sencillo podrás elegir un ramo de colores llamativos o con mayor volumen que si es recargado donde es preferible elegir un diseño más discreto para equilibrar y no competir en protagonismo.
Para los vestidos de novia corte princesa o con falda voluminosa el ramo que mejor encaja es el bouquet. Se trata de un ramo redondo simulando media esfera y compuesto de flores más pequeñas.
Si vas a lucir un vestido de novia corte lánguido con tejidos ligeros y de mucho movimiento, con encaje o flores bordadas, el ramo silvestre es el perfecto. Se trata de un diseño desenfadado con mucha caída y estilo boho. Es el más demandados actualmente.
Si el vestido de novia es de cuello halter, sencillo a la vez que sofisticado o de escote corazón, donde el ramo toma un protagonismo importante, la mejor opción es el ramo asimétrico. Se trata de un bouquet formado por flores muy diferentes colocadas de modo que parecen desordenadas pero que están distribuidas estratégicamente.
Tu silueta y estatura también son puntos importantes a tener en cuenta. El ramo tiene una gran importancia en el conjunto del outfit nupcial, por eso es fundamental elegir el que mejor se adapte a nuestra figura y combinarlo a la perfección con el resto del estilismo.
Un ramo en cascada, en el que las flores caen de forma vertical adelgaza la figura, pero si eres bajita acortará aún más tu estatura.
Según el estilo de boda.
Si tu boda es clásica o romántica, un ramo bouquet o en cascada compuesto de flores sencillas en tonos pastel o crudos será la opción que mejor encaje. Si el estilo es más bien rústico o campestre un ramo asimétrico o con flores silvestres quedará muy bonito.
En bodas modernas o cosmopolitas apuesta por el punto asimétrico que aportan las flores de tallo largo con otras redondeadas y más pequeñas.
Según la época del año.
Cada estación del año nos trae un ambiente diferente y las flores forman una parte importante para hacerlo visible el día de la boda.
Para bodas de primavera la gama cromática es mucho más amplia y puedes llenar de gran color y frescura tu boda y el ramo de novia con flores como las peonías, paniculata, rosas, lavanda…
En bodas de otoño los ramos de novia son más cálidos y con textura utilizando flores de aspecto más seco. Las más utilizas son el brezo, estatice, dalias…
Para bodas de invierno se puede optar por dos opciones: colores cálidos para crear un ambiente acogedor o colores fríos que recuerdan a la nieve. Las flores de invierno perfectas para tu ramo pueden ser: los tulipanes, anémonas, ranúnculos, astilbe…
¡Espero haberte ayudado!
